Una amiga me dijo: la vida es como un juego de mario; tienes que pasar los mundos venciendo pequeños obstáculos y coleccionando los tesoros y las llaves que te vas encontrando en el camino. Las necesitarás cuando llegues al castillo.
Diferentes personas guardan esos tesoros que necesitas para pasar cada mundo, y tú mismo guardas un tesoro para cada una de esas personas. Sólo debes dejar que suceda.
Si encuentras una mirada entre mil que te dice algo, no puedes ignorarla y seguir tu camino porque te perderías de esa llave que te ayudará a abrir una de las puertas del castillo. Y ese intercambio es único, entre esa persona y tú. Gente dirá lo que quiera, pero nadie lo entenderá mejor que ustedes dos.
Tal vez sea una analogía simple, pero me gusta. Eres el único protagonista de tu vida y las experiencias nadie te las puede robar.
Sólo sé que no quiero vivir para los demás... y que he encontrado una nueva llave.
Diferentes personas guardan esos tesoros que necesitas para pasar cada mundo, y tú mismo guardas un tesoro para cada una de esas personas. Sólo debes dejar que suceda.
Si encuentras una mirada entre mil que te dice algo, no puedes ignorarla y seguir tu camino porque te perderías de esa llave que te ayudará a abrir una de las puertas del castillo. Y ese intercambio es único, entre esa persona y tú. Gente dirá lo que quiera, pero nadie lo entenderá mejor que ustedes dos.
Tal vez sea una analogía simple, pero me gusta. Eres el único protagonista de tu vida y las experiencias nadie te las puede robar.
Sólo sé que no quiero vivir para los demás... y que he encontrado una nueva llave.