domingo, 2 de agosto de 2009

después de la tormenta...

A veces me cuesta trabajo, se me olvida. No se trata de estar pensando en qué hacer después, qué sigue, qué me toca... se trata de estar abierta, perceptiva y relajada. Y simplemente escuchar mi intuición: qué quiero y puedo hacer ahora? Y verlo. Así llega el crecimiento y el conocimiento.

Ya no quiero mortificarme, a veces me duele la cabeza de tanto pensar. No sé cómo deshacerme de mi mente juiciosa y exigente.

Por eso ahora pruebo con un té de doce flores.

Es como en el plano profesional: ahí no tengo miedos, sé que todo está dado, que todo se irá dando. No necesito copiarle a nadie en el camino, confío completamente. Pero cuando se trata de otros temas, me complico demasiado... busco formas, caminos, atajos... y obviamente sólo logro estresarme y frustrarme. "Paciencia y tiempo; todo a su debido tiempo." A veces se me olvida, a veces me cuesta trabajo.

Tengo todo para confiar y estar tranquila, no debería seguir dudando al respecto. Así que por ahora seguiré leyendo, relajada, construyendo mi hogar, decorando, disfrutando de la perfecta compañía...

Todo es perfecto.